Daniel Treissman: El tiempo de las mesas largas parece haber terminado. El lunes, Vladimir Putin pasó de la diplomacia a la acción directa.
En un día rebosante de adrenalina, el presidente de Rusia puso en juego la seguridad de Europa y su propio futuro político con una apuesta mayor que cualquier otra que haya arriesgado en sus 22 años en el poder.